Fernando fue un perro mestizo que vivió en Resistencia, Chaco (Argentina). Era popular y bienvenido en reuniónes sociales o artísticas. Sobre él se escribieron varias notas en diarios y revistas de Argentina y del extranjero, y hasta mereció un comentario de Arturo Barea por la BBC de Londres. Tenía por costumbre cumplir meticulosamente sus recorridos, y nunca faltaba a la Plaza Central, donde cumplía una de sus grandes pasiones: perseguir gatos.
Una de sus rutinas diarias era ir a la sucursal local del Banco de la Nación Argentina, donde se hacía presente a las 6 de la mañana para ingresar junto a los empleados y desayunar con el gerente. El perro tenía acceso irrestricto a cines y espectáculos.
En la mañana del 28 de Mayo de 1963 lo encontraron moribundo frente al Banco Español (hoy Banco Río).
Más de un negocio cerró sus puertas, la Banda Municipal de Música interpretó marchas fúnebres. Las casas cerraron las ventanas en muestra de respeto hacia un animalito que había conquistado a toda una ciudad.
Fernando es el único perro que tiene dos obras en la ciudad de Resistencia, capital de la provincia del Chaco y conocida como la "ciudad de las esculturas". A fines de Mayo suelen aparecer anónimas ofrendas de flores al pie de las estatuas, una ubicada en la entrada al Fogón de los Arrieros y la otra frente a la Casa de Gobierno provincial.